El montaje de toldos en Valencia requiere de una licencia de obra que hay que pedir al ayuntamiento, con su correspondiente pago de las tasas específicas de cada localidad. A pesar de ser una reforma muy menor, se considera obra, por lo que es obligatorio solicitar este permiso, al igual que la autorización a la comunidad de vecinos para su instalación.

Se puede acudir a Toldos Galarza para que instalen los toldos en cualquier época del año, pero es cierto que aprovechar la temporada baja tiene sus ventajas. No sólo por el precio, en el que podremos conseguir descuentos interesantes, sino porque a la hora de instalarlo podrás hacerlo sin prisas en los meses de septiembre a febrero. Una vez tengas instalado el toldo, hay que realizar unas sencillas labores de mantenimiento con las que conseguirás alargar la vida útil del mismo. La parte fundamental es la lona. Las más habituales son del tipo acrílico, debido a su gran resistencia, pudiendo llegar a durar entre 10 y 15 años con unos cuidados básicos como, por ejemplo, revisar dos veces al año que no tengan quemaduras, desgarros o roturas producto de las inclemencias meteorológicas. Además, existen toldos que protegen la lona a través de cofres, aumentando mucho su durabilidad.

El montaje de toldos en Valencia es capaz de resistir vientos y lluvia a pesar de que no están concebidos para ello. Existen varias clases de toldos en función de su resistencia, pudiendo soportar ráfagas de viento de 28 km hora los menos resistentes y casi 50 km hora los que más. Y en cuanto a la lluvia, tanto la lona como los perfiles pueden resistir el agua, aunque lo recomendable es subir o cerrar el toldo cuanto antes.